En beCode tenemos un compromiso con la práctica del desksurfing. Aquí ha venido mucha gente a pasar algún tiempo y puedes leer algunas de sus conclusiones y pensamientos aqui y aqui. Nosotros hemos ido de desksurfing varias veces y también puedes leer nuestras experiencias.
Desde que el concepto se acuñó en el AOS2011 de Pamplona e hicimos la web, se ha realizado en bastantes empresas, pero aún estamos lejos de que la práctica se popularice.
Las motivaciones para acoger a alguien en desksurfing pueden ser muchas y para la empresa anfitriona, el esfuerzo puede ir desde prácticamente ninguno, a una gran implicación en los objetivos del visitante.
Nosotros optamos por implicarnos en los objetivos de la persona que viene y siempre intentamos que su experiencia sea lo más provechosa posible, para nuestra sorpresa esto no suele tener ni coste ni impacto en nuestro trabajo.
El patrón más común de visitantes son profesionales que aprovechan sus vacaciones, o el tiempo entre proyectos si son freelancers, para venir a vernos una semana costeando todos los gastos ellos. Queremos más gente como esa cada mes visitandonos en beCode.
La asignatura pendiente en el desksurfing, no es que existan empresas dispuestas a acoger, que las hay y muy atractivas; ni profesionales dispuestos a compartir y aprender. La asignatura pendiente es encontrar a empresas que envíen a sus empleados en días de trabajo y costeandoles los gastos, y empresas dispuestas a costear la llegada de un desksurfer del que quieran adquirir alguna habilidad.
Sé que para una empresa prescindir de alguien una semana con la carga de trabajo actual y la crisis y todo eso es complicado.
Paparruchas!!
Sólo hace falta la voluntad de que suceda, olvidaos de momentos adecuados y de conjunciones de Saturno con el jodido Urano, trabajemos la manera de hacerlo posible, busquemos fórmulas para que no afecte demasiado al trabajo normal, usemos trabajo en remoto, alineemos motivaciones para que sea un win-win, démosle la forma legal que convenga, pero hagámoslo, hagámoslo público, hagámoslo corriente, hagámoslo como una práctica normal.
Desde aquí nuestra invitación, hablemos, encontremos la manera.
O… ¿acaso no vemos la conveniencia?