Lo prometido es deuda y, aunque al escribirlo se pierdan un montón de cosas, os vamos a contar nuestro análisis sobre la técnica e intenciones de las primeras cinco actividades de la Agile inception.
Es aquí, al empezar la actividad, cuando tenemos que asegurarnos de que todos están comprometidos con el objetivo de la actividad, donde establecer las expectativas que cada participante tiene de la incepción y dejar claro qué esperamos de ellos.
Conviene establecer algunas reglas de la incepción como dejar los móviles fuera, marcar los momentos de descanso y la hora de finalización. Esto permite a los participantes centrarse y les libera del estrés de quedarse desconectados al saber que en unos minutos tendrán un descanso para mirar Twitter y el correo. Insistimos, el peor enemigo de la incepción son los f&%$g smartphones.
Una ronda de presentaciones te va a dar pistas sobre las jerarquías entre los participantes, además les permite comunicar su estatus y que esa necesidad no contamine la siguiente actividad con frases tipo “porque soy el director de marketing”.
1. Why are we here?
Obviamente hay que hacer una recolección de los porqués individuales y de los compartidos. Es interesante y hace visible el grado de desalineación. Para ello, lo mejor es darles postits para que cada uno los escriba independientemente, leerlos sin necesidad de darles autoría e ir poniéndolos en común. Si preferimos hacerlo en voz alta y vemos que son tímidos, podemos aportar un porqué nosotros primero, intentando que sea formalmente correcto, pero de significado falso para provocar la reacción de los participantes, actuando como semilla.
“Para ganar dinero” o “porque mi jefe me obliga”, cuando aparecen, son técnica descalificante. Significa es que el paso previo de establecimiento de expectativas ha fracasado, pero sólo debemos filtrarlo centrándonos en los porqués pertinentes con el objetivo.
Con este primer conjunto de porqués refinamos, empleando la técnica de los “5 Whys” hasta destilar las respuestas más consensuadas.
En esta actividad, mantendremos al “consultor” lo mas a raya posible y nos limitaremos a una facilitación técnica.
2. Elevator pitch.
Aquí tenemos trabajo adelantado. La plantilla que propone el “Agile inception deck” nos mola.
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No nos gusta que haya sólo un pitch. No hablas igual ni cuentas lo mismo a un inversor, tu competencia, un aliado o a tu padre. Por tanto, está bien tener distintos discursos para distintos destinatarios. Así pues, se trata de hacer colección de unos cuantos pitches para después mapearlos, tener una visión completa y elegir a los campeones.
Nosotros usamos la siguiente técnica: dividimos en grupos y les ponemos un tiempo para hacer un número de pitches. Este timebox + quota (teneis que hacer 15 pitches y teneis 10 minutos) nos ayuda a conseguir la mayor cantidad de pitches. La presión de tiempo hace que no se pierdan en la búsqueda de la perfección y obtenemos resultados más dispares. La cantidad de pitches y los minutos son casi arbitrarios siempre que sea bastante difícil alcanzar la cuota en el tiempo acotado.
Con la colección de pitches hacemos primero un proceso de lectura crítica para detectar falsa especificidad. Nos referimos a términos del tipo “arrebatadoramente divertido” que parecen concretar sobre lo divertido pero lo siguen dejando ambiguo. Descubrimos también otros defectos formales como “ser líderes mundiales del cultivo de naranja en la Comunidad Valenciana”, que te puede parecer que lo decimos de broma, pero no.
Luego es cosa de irlos fusionando hasta que tienes uno por destinatario y entonces puedes someterlo a una especie de chequeo cambiando un destinatario por otro. Si los pitches no se rompen, es señal de que siguen teniendo demasiada ambigüedad.
En esta actividad podemos actuar con el rol consultor, cuestionando los valores añadidos o ayudándoles a coleccionar distintos públicos objetivos.
Pero no proponemos salir con un elevator pitch que nos acompañe hasta el fin de los días. No es el objetivo, es sólo una herramienta, así que si te lo quedas… “you’re doing it wrong”.
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3. Design a product box.
Quizá el ejercicio más laborioso y concluyente de la incepción.
Discutimos bastante sobre si caja física o en pizarra… Finalmente gana la física. Resulta más participativa y lúdica. Además, la caja final pilla un punto de trofeo o tótem al finalizar que resulta intensa.
También hemos discutido mucho sobre la conveniencia de hacer cajas por grupos y luego ponerlas en común. Nos preocupa gamificar demasiado una actividad dando lugar a dinámicas de competición, que no ayudan precisamente al consenso. Pero, una vez más, todo depende del maldito depende. El número de participantes, su homogeneidad, su compromiso y nuestras habilidades de facilitación son los aspectos que debemos manejar para conseguir el objetivo. Nosotros no somos muy buenos manejando dinámicas competitivas, intentamos evitarlas casi a toda costa. Nuestra buena amiga @zigiella nos ha hecho ver que el riesgo, ni es tan importante ni para gestionarlo hace falta “El Mentalista”.
Como en “The Agile Samurai”, todos usamos el real state, el espacio en cada lado de la caja, para comunicar una cosa distinta. Nos gusta ver una imagen significativa, un nombre de producto y la funcionalidad principal como reclamo en la parte frontal. El espacio lateral de la caja es para pormenorizar funcionalidades, criterios de calidad, información técnica… En la parte de arriba de la caja, por donde se abre, esperamos encontrar un buen call to action.
Actuando como consultor hay, en esta actividad, mucho lugar a la aportación de ideas en la crítica a los reclamos y en la colección de funcionalidades. Como facilitador, la labor principal es que la caja salga bien, bonita… vamos, asegurarse de darle ese valor de tótem o trofeo.
4. Create a NOT list.
Se llama NOT list, pero pillamos la plantilla y se divide en tres zonas: In, Out y Unresolved. Esto nos confunde y al releer el libro queda claro que el objetivo de la actividad es coleccionar el NOT.
Así que nos proponemos profundizar a ver si lo vamos entendiendo…
Unresolved como contenedor de incertidumbre lo tenemos claro, elimina ruido y bloqueos durante la recolección. Vamos avanzando.
Pensando en técnicas para sacar el NOT veremos clara la utilidad de la zona In porque al incluir en ella una definición, tienes muchas oportunidades de encontrar Outs invirtiéndole el sentido. Al ser las definiciones del In muy inclusivas, tenemos que introducir unas cuantas en el Out de naturaleza mucho más concreta y exclusiva, para contener la ambigüedad que producen.
Así, vamos mapeando el espacio negativo como si localizáramos un agujero negro o como una imagen de esas típicas de “Son dos caras que se miran o una copa?”.
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Como facilitadores, usamos un brainstorming para la recolección y vamos incorporando Ins y Outs aprovechando para destacar la necesidad de Outs que vayan acotando cada In que ponemos en el panel. Es común que durante las actividades anteriores, nos hayamos encontrado con algunas definiciones por negación, Outs. Si van a ser ignorados, es conveniente ponerlos en evidencia durante el ejercicio.
5. Meet your neighbours.
La verdad, nunca hacemos este ejercicio. Posiblemente porque tiene pinceladas de diseño de producto y planificación, estando menos alineado con el objetivo de nuestra petit inception.
En el apartado de alineado y consenso, apreciamos que el ejercicio puede servirnos para unificar el catálogo que cada uno lleva en la cabeza. Es interesante indagar lo suficiente en cada vecino para detectar si estamos alineados en la percepción de este. Cuando ponemos al Ayuntamiento de Valencia todos echamos un “ayayay”, alguno lo hace por motivos políticos y otro porque le pagó a un millón de días… Si nos quedamos con el “ayayay” nos quedamos con uno de esos sobrentendidos que queremos exponer.
Definitivamente debemos incluirlo en nuestra pequeña incepción.
Y hasta aquí lo que obtuvimos de dos jornadas de trabajo, risas, paisajes y cerveza con @jaumejornet y @zigiella en Miravet.